LEYENDAS DEL DEPARTAMENTO CESAR
LEYENDA SIRENA ARCINIEGAS
Cuentan los abuelos que Rosario Arciniegas, era una niña muy linda y caprichosa, nacida en el barrio "Cañaguate" de Valledupar. Acostumbrada a hacer siempre su voluntad, no hizo caso cuando sus padres, fieles a la tradición, le prohibieron que fuera a bañarse a las profundas aguas del pozo de Hurtado en el río Guatapurí, por ser un Jueves Santo, día consagrado a rememorar la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Orgullosa y resuelta, Rosario se marchó a escondidas y al llegar al pozo, soltó sus largos cabellos, se quitó la ropa y se lanzó al agua desde las más altas rocas. Eran las dos de la tarde y, no obstante, el cielo se oscureció y cuando Rosario trató de salir de las aguas no pudo.
Un peso enorme en sus piernas le impedía moverse y como pudo llegó a la orilla donde comprobó, horrorizada, que sus extremidades inferiores habían desaparecido y en su lugar había una inmensa cola de pez. Estaba convertida en Sirena. Bien entrada la tarde, su madre, que suponía donde podía estar, salió a buscarla llamándola por toda la orilla del río. Pero nadie respondió.
Enterado todo el pueblo se sumó a la búsqueda de su cádaver creyendo que se había ahogado, pero en la mañana del Viernes Santo al salir el sol apareció sobre la roca desde donde se había lanzado y a la vista de su familia y de todos los que la buscaban, dijo adiós con la cola y se zambulló por última vez. Dicen que desde entonces la ven y oyen su canto los trasnochadores y los que amanecen por la orilla del río.
Es muy importante que por esta clasificación los niños de 6 grado comprendan ya la diferencia de mito y leyenda
ResponderEliminarNo sólo para los de ellos
EliminarSi yo nací allá pero ya no me gusta estar allá
EliminarMe agrada la presentación de su blog, además de la información que allí nos muestra para tener en cuenta aspectos culturales de diferentes deprtamenos.
ResponderEliminarOlle yo no sé cómo pasó eso
Eliminarmuy interesantes los mitos que se encuentran en este blog, me agrado mucho la LEYENDA SIRENA ARCINIEGAS
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarLeyenda de La Ceibita
ResponderEliminarCuenta la historia que Pedro Nolasco Martínez, famoso acordeonero pasero, padre del gran Samuelito Martínez, tuvo un encuentro a manera de piqueria con el diablo; de la siguiente forma la relata el medico Carlos Horacio González en su libro los últimos juglares.
Al finalizar en El Paso la fiesta anual de San Marcos, el patrono del pueblo, se dice que Pedro Nolasco salió en su burro con la inseparable acordeón, la tarde de 26 de abril hacia La Ceibita y, como de costumbre, animaba su camino con música, cuando de repente esos mismos cantos interpretados con singular destreza por parte del diablo poblaron todo el ambiente con su mágico sonido, iniciándose una lucha en la que iban y venían canciones sin que ninguno se diera por vencido. Pasaron así la tarde, la noche y las primeras horas de un nuevo día. Ante tan misericordiosa situación, Pedro Nolasco interpretó un credo y un padre nuestro y la música de su fantástico adversario se torno débil y lejana, diluyéndose hasta su extensión.
Fatigado física y mentalmente, perdió el conocimiento mientras después sería luego levantado del camino permaneciendo durante cerca de tres días inconsciente. A partir de este hecho se inició el final de su carrera sin par como acordeonero, pues fue perdiendo destreza hasta que le fue imposible volver a interpretar su música, lo cual le genera gran angustia y pesar.
La Cueva de los Siete Caballeros
ResponderEliminarFrancisco Mejía decía que su padre le contaba que viniendo de su finca El Ático, hoy lugar conocido como El Chorro, trató de ocultarse José Encarnación Mejía, papá de Pacho Mejía, de unos individuos que iban a caballo; estos le preguntaron por qué se ocultaba él; le respondió que creía que eran fuerza del gobierno que se encontraban acantonados en la población de El Molino. Es de afirmar que de esta respuesta se infiere que estos señores buscaban el camino que existía en ese entonces para ir a Venezuela.
Los siete caballeros sorprendidos le preguntaron si conocía un lugar oculto donde acampar; éste los llevó a la cabecera del manantial grande, hoy río Mocho, contiguo a su finca de El Ático. Allí fueron encontrados por el cazador Simón Ramírez quien luego le comunicó a sus compañeros Reyes Durán y Reyes Villero, quienes se trasladaron al lugar donde estaban acampados, diciéndoles que no estaban seguros de ese lugar, que ellos conocían una cueva muy cerca donde ellos estarían en mejores condiciones.
Cuando el señor Encarnación Mejía regresó a llevarles provisiones ya no los encontró. Días después un esclavo de nombre Higinio fue en busca de unas reses extraviadas y vigilando los ganados del cura de Valledupar quien era su patrón, vio a lo lejos unos gallinazos que revoloteaban sobre algo. Él pensó que era una res muerta, fue tal su sorpresa que al llegar al lugar encontró un espectáculo horroroso de siete cadáveres humanos y empezaron a correr los rumores que habían sido asesinados los alojados por el señor Mejía en su finca Los Áticos.
El Niño Solitario
ResponderEliminarUn espanto que dio mucho de qué hablar, ya que enervaba la piel de quien tuviese la desgracia de topárselo en su camino, fue el Niño Solitario, quien en noches muy oscuras aparecía en la Calle 20 de Julio del municipio de La Jagua de Ibirico, exactamente en la esquina del antiguo bar El Cocodrilo.
La aparición era un niño de unos 7 años aproximadamente, el cual se acercaba a la persona que a media noche se dirigía a su casa a recogerse; el niño lloraba lastimeramente, articulando sonidos extraños por su boca, con unos ojos que brillaban en la oscuridad como dos tizones encendidos, con el cuerpo completamente desnudo, el cual se veía con meridiana nitidez en la oscuridad, del que se desprendía una fetidez de carne podrida.
Seguía al sujeto a pocos pasos, lanzando al viento su llanto que sobrecogía de pánico al peregrino y si éste se precipitaba a la carrera, la infernal criatura también lo hacía; a veces el fugitivo debía detenerse en seco porque allá al frente en su camino estaba la aparición, de pie, mirándole. El prójimo se regresaba a toda prisa para encontrarse de nuevo con la criatura que le cerraba otra vez el paso haciéndole enloquecer de terror hasta que la víctima perdía el sentido y el habla, siendo encontrado al día siguiente tirado en el suelo. Era reanimado pero casi siempre quedaba con la mirada perdida, la mente ausente como idiotizado por el horror vivido.
con respecto al texto:
ResponderEliminarfabuloso, recaudas mucho de la tradición oral de este terruño.
con respecto al apoyo de imágenes y diseño:
procura usar imágenes consecuentes con el contexto litetario del blog; esto es en cuanto a la imagen del duende. esta imagen corresponde a una película, y por lo tanto el contexto europeo es notable.
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ResponderEliminarPobresita la niña que aran sus padres en este momento
ResponderEliminartttt
ResponderEliminarSuper bien
ResponderEliminarTodos tenemos q cuidarnos obedescan a sus papás 👩👧👦
ResponderEliminarTodos tenemos q cuidarnos obedescan a sus papás 👩👧👦
ResponderEliminarAyuda un mito o una leyenda de pelaya cesar
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